Las aguas subterráneas constituyen una de las fuentes más importantes —y a menudo ignoradas— de agua dulce en el planeta. Aunque no las veamos, estas reservas ocultas bajo la superficie abastecen a miles de millones de personas, sostienen ecosistemas frágiles y son esenciales para la agricultura y la industria. Sin embargo, su aparente invisibilidad ha llevado históricamente a una gestión deficiente y a una sobreexplotación silenciosa. En un contexto de crisis climática, crecimiento poblacional y escasez hídrica, hacer visibles las aguas subterráneas significa reconocer su valor estratégico, mejorar su protección y garantizar su sostenibilidad para las generaciones futuras. Comprender lo que ocurre bajo nuestros pies es, hoy más que nunca, clave para asegurar el agua del mañana.
Hacer visible lo invisible: el papel crucial de las aguas subterráneas
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