Fernando Wang | Marsella, Francia.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se ha convertido en la tercera causa de muerte en el mundo, afectando a más de 300 millones de personas y cobrándose 3,2 millones de vidas cada año. Tradicionalmente vinculada al tabaquismo, esta patología respiratoria crónica está emergiendo ahora como un reflejo alarmante de las desigualdades ambientales y sociales del planeta.

Aunque el consumo de tabaco continúa siendo el principal factor de riesgo, nuevas evidencias revelan que la contaminación del aire—interior y exterior—es un actor cada vez más determinante, especialmente en países de ingresos bajos y medios, donde la pobreza condiciona el acceso a energías limpias y a entornos saludables.
Más allá del tabaco: el peso de la contaminación en los pulmones del mundo
Mientras que en países con altos ingresos como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, el 73% de los casos de EPOC se atribuyen al tabaquismo, en regiones más pobres, como el África subsahariana o el sudeste asiático, este porcentaje cae por debajo del 36%. Allí, la exposición crónica a contaminantes atmosféricos sustituye al tabaco como causa principal de la enfermedad, afectando incluso a personas que jamás han fumado.
Una amenaza de género: mujeres no fumadoras, las más vulnerables
Estudios recientes muestran una brecha de género preocupante. En China, investigaciones del Imperial College London alertan que el 77% de los fumadores pasivos que desarrollan EPOC son mujeres, principalmente expuestas al humo ambiental, la contaminación del aire doméstico y los pesticidas. El Estudio de Rotterdam confirmó que las mujeres no fumadoras tienen hasta cuatro veces más probabilidades de desarrollar EPOC que los hombres en las mismas condiciones.

EPOC en no fumadores: mismo riesgo de cáncer, mayor vulnerabilidad
Las personas que desarrollan EPOC sin antecedentes de tabaquismo no solo presentan síntomas a una edad más temprana, sino que sufren episodios de bronquitis crónica, resistencia pulmonar y exacerbaciones respiratorias con la misma frecuencia que los fumadores. El riesgo de cáncer de pulmón en estos pacientes iguala al de los fumadores sin EPOC, lo que redefine la narrativa tradicional sobre las causas de esta enfermedad.
Biomasa, pobreza energética y millones de muertes evitables
Uno de los factores más preocupantes es el uso doméstico de biomasa (leña, estiércol, residuos vegetales) como fuente de energía. Más de 2.600 millones de personas en el mundo están expuestas a este tipo de combustibles contaminantes, causantes de hasta 4 millones de muertes al año por enfermedades respiratorias. Las mujeres expuestas al humo de biomasa durante la cocción diaria pierden función pulmonar equivalente a fumar 10 paquetes de cigarrillos al año. Y los repelentes domésticos como los espirales de piretrina generan un nivel de partículas tóxicas comparable al humo de 100 cigarrillos.

El cambio empieza con políticas públicas audaces
Algunos países asiáticos han logrado avances significativos en la reducción de la polución exterior mediante regulaciones estrictas sobre el tráfico rodado y las emisiones industriales. Sin embargo, el desafío es mayor en el ámbito doméstico, donde la transición energética y la justicia ambiental aún son deudas pendientes. Las soluciones deben pasar por políticas intersectoriales, inversiones en infraestructuras limpias y acceso equitativo a tecnologías sostenibles.
Combatir la EPOC no solo es un reto médico, sino una lucha ambiental, social y económica. Invertir en salud pulmonar es también invertir en justicia climática y equidad global.

Fuente: Yang, I. A., Jenkins, C. R., & Salvi, S. S. (2022). Chronic obstructive pulmonary disease in never-smokers: risk factors, pathogenesis, and implications for prevention and treatment. The Lancet. Respiratory Medicine, 10(5), 497–511. https://doi.org/10.1016/S2213-2600(21)00506-3
Fisioterapia respiratoria: un pilar en el tratamiento de la EPOC
Más allá de los tratamientos médicos, la fisioterapia cumple un rol clave en el manejo de la EPOC. Desde ejercicios respiratorios y entrenamiento físico hasta técnicas de limpieza bronquial y manejo de secreciones, los fisioterapeutas especializados en rehabilitación pulmonar ayudan a los pacientes a mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones graves como la neumonía o la insuficiencia respiratoria.
El trabajo coordinado entre profesionales de la salud, pacientes y políticas públicas puede ser la diferencia entre vivir con dignidad o padecer los efectos más severos de esta enfermedad que, aunque silenciosa, resuena cada vez más fuerte en un planeta que respira con dificultad.





