| Salud Planetaria |
Érase un planeta sano
Esther Tobarra
16 de abril de 2022
Wales, UK
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“Los análisis de huella ecológica sugieren que la humanidad ha excedido los recursos que la Tierra puede producir de forma sostenible”
“Siguiendo estas tendencias, la historia del planeta podría acabar en menos que dura un suspiro de tiempo geológico”
Con orígenes en la Revolución Industrial y más aún desde la “Gran Aceleración” que comienza en 1950; el crecimiento expansivo de la civilización humana se ha ido sosteniendo en un “ganar-perder” a costa de los recursos del planeta.
Es en este momento cuando algunos autores creen que comienza el “Antropoceno”, un periodo caracterizado por la degradación geológica de los ecosistemas terrestres en manos del animal con cerebro más desarrollado: el Homo Sapiens. Desde 1980, los análisis de huella ecológica sugieren que la humanidad ha excedido los recursos que la Tierra puede producir de forma sostenible, y siguiendo estas tendencias, la historia del planeta podría acabar en menos que dura un suspiro de tiempo geológico, de una manera tan necia como trágica.
Sin precedentes ni remordimiento, paulatinamente se produjo la apropiación para cultivo o pasto de un tercio del terreno no desértico o helado y el abastecimiento de la mitad de toda el agua accesible del planeta. Más del 60% de los ríos del mundo están represados y el 90% de las pesquerías producen por encima del límite sostenible. El ritmo de extinción de especies es más de 100 veces el que se observa en el registro fósil, lo que trae consigo una pérdida de biodiversidad y hábitats que afecta a la transmisión de enfermedades zoonoóticas. Las concentraciones de gases invernadero están a niveles no conocidos en los últimos 800000 años y la capacidad limitada de atenuar el oleaje de manglares, arrecifes y otras zonas pantanosas se pone de manifiesto con las profecías de tsunamis y huracanes.
Evidencias claras apuntan a la especie perpetradora, que ha usado los servicios reguladores y de provisión del planeta para beneficio y desarrollo de su población. Sin embargo, hay suficientes evidencias que alertan de los peligros que conlleva el vivir por encima de las posibilidades del planeta; hipotecando la salud y acumulando la enfermedad de generaciones presentes y futuras.
En 2012, la OMS y el "estudio de carga global de enfermedad" (uno de los estudios epidemiológicos más completos hasta la fecha), estimaron que hasta un 23% de las muertes globales se debían a factores ambientales; siendo la contaminación responsable de más muertes a nivel global que la desnutrición materno-infantil, la obesidad o los accidentes de tráfico.
En este contexto, la salud planetaria llega para poner fin a la ilusión de suficiencia vinculada al modelo económico y social actual, proponiendo medidas urgentes y transformadoras que aseguren un “ganar-ganar” ser humano-planeta, y definiendo la salud desde una perspectiva más amplia, global e igualitaria, que ha de respetar los límites ambientales y salvaguardar el presente y futuro de la salud humana y del planeta.
Por Kevin Valderas
Por Esther Tobarra
Por Fernando Wang
“Se estima que hasta un 23% de las muertes globales son debidas a factores ambientales”