| Salud y medio ambiente |
La contaminación del aire después de la guerra
Fernando Wang
22 de Octubre de 2022
Marsella, Francia.
El aire es un elemento esencial para la vida. Para muchas culturas representa un principio de base para el entendimiento del binomio salud-enfermedad. Sin aire, no habría oxígeno y por ende, no habría vida. A pesar de ello, los seres humanos expulsamos diariamente una gran cantidad de contaminantes a la atmósfera, convirtiendo en irrespirable el aire de numerosos lugares del planeta. Y la contaminación del aire afecta directamente a la salud humana, provocando enfermedades crónicas e irreversibles como el cáncer de pulmón, la EPOC o el asma.
Estos días en los que Ucrania está pasando sus días más oscuros, enfrentándose a la mayor contingencia bélica en Europa desde la Segunda Guerra mundial, estamos también siendo testigosde las consecuencias de los bombardeos que están arrasando el país. Misiles, aviones de guerra, helicópteros, tanques, artillería pesada, tanques de petróleo, y continuos bombardeos están generando grandes cantidades de contaminantes que se expulsan a la atmósfera. La calidad del aire ucraniano se degrada cada día, no solo por las sustancias químicas emitidas si no también por el calor generado hacia el planeta y la alteración de los flujos de corriente aéreas, lo que tiene un impacto negativo tanto para la vida humana como la vida animal y vegetal.
Los numerosos Acuerdos Internacionales sobre actos de guerra están siendo ignorados por el gobierno de Vladimir Putin, que está usando artillería prohibida con potencial perjuicio al medio ambiente y a la calidad del aire. Una bomba que explota no es solo sinónimo de muerte humana instantantánea sino también de muerte ambiental. Al instante se emiten pequeñas partículas de metales, entre otros de plomo, que pueden desplazarse por el aire gracias a las corrientes o pueden fijarse permanentemente en la composición del aire lo que representa un potencial riesgo para la salud humana.
En la guerra civil española, la ciudad de Guernica fue bombardeada incesantemente durante 48 horas creando una tormenta de fuego que arrasó con todo lo que se puso por delante. Emitió grandes toneladas de contaminantes y calor a la atmósfera e incluso hoy en día se pueden encontrar partículas remanentes de aquello en la calidad del aire de la ciudad. Ese calor pasó a formar parte de nuestro planeta y aunque se hayan pagado compensaciones a aquellas poblaciones afectadas por este incremento de temperatura, el daño producido al medio ambiente nunca podrá repararse.
Tras la guerra, siempre toca reconstruir la ciudad, reconstruir los edificios, los parques, las escuelas, las universidades. Un proceso que desafortunadamente genera también más polución y contaminantes al aire.
Esperemos que llegue pronto la paz a todas aquellas regiones en guerra.
Fuente: Protopsaltis C. Air pollution caused by war activity. In: Air Pollution XX. Southampton, UK: WIT Press; 2012.